El rey y la reina corrieron a la habitación de sus hijas y vieron que Anna se estaba quedando congelada. Rápidamente, los cuatro cabalgaron hacia un pequeño poblado de trolls que conocían una magia curadora

“Tienes suerte de que el hielo no haya golpeado su corazón” dijo el viejo troll

Después de curarla, borró de la memoria de Anna los recuerdos de los poderes de Elsa.  Sólo le quedó un pequeño mechón blanco en su cabeza.

“¿Ella no recordará que yo tengo poderes? Preguntó Elsa

“Es lo mejor” contestó el rey